Han pasado ya tres años desde que fui a estudiar inglés a Londres. Allí conocí a las personas que han cambiado mi vida, para siempre.
Volví a España entre lágrimas por parte de todos con la piel y el corazón tatuado. En mi cadera había una 'H' y en mis costillas unos pájaros volando. En el cuerpo de Harry, en su lugar tenía una _(tu inicial) en su muñeca y una jaula en su hombro. Tatuajes que para nosotros tenían un gran significado. Significado el cual es que, cada cosa siempre vuelve a su lugar, siempre vuelves donde has sido infinitamente feliz, siempre hay un después, volveré a Londres como los pájaros vuelven a su jaula. En este caso, yo soy el pájaro, y Harry es mi jaula.
Volví a España a acabar mis estudios, allí me encontré con mi madre, estaba tan cambiada, estaba tan guapa que casi no la reconocí, estaba algo más delgada, cosa que no me hizo mucha gracia, sus ojos color miel resaltaban más que nunca, estaban brillantes, tenían un brillo diferente, especial, a su lado divisé un hombre alto, de tez morena y con varias canas en su cabello negro como la noche, tenía unos grandes ojos azules y era algo mayor que mi madre. Mi madre había encontrado el amor en Jacob, un increíble hombre con una hija, Atalía, la cual se volvió indispensable en mi vida, era mi hermana, y era mi apoyo en la vida, meses después, mi madre y Jacob se casaron en una pequeña y acogedora iglesia de Barcelona y se fueron de luna de miel a Venecia, dejándonos a Atalía y a mi más tiempo para conocernos, era la chica más increíble que había conocido en todo el mundo, recibía constantemente llamadas de Bego y de los chicos, hablábamos por Skype y nos tirábamos horas riendo, Zayn se fijó en Atalía y desde entonces hablan ellos a solas desde el portátil de Atalía, ella como yo, no conocía de la existencia de One Direction. Pasaron los meses y terminé mi carrera de fotografía era muy solicitada en mi país, pero algo me decía que tenía que volver allí, volver a Londres, y así fue.
Pero esta vez no volvía sola, conmigo venían Atalía, Jacob y mi madre, tardé bastante en convencerles de la gran mudanza, pero me salí con la mía.
Y hoy con veintidós años y una familia perfecta, podía decir que soy extremadamente feliz al lado de ellos, pero, aquí no a acabado mi historia.
Al volver a Londres me encontré con un Harry más maduro, más mayor y con la cabeza más amueblada, o eso pensaba, Niall y Bego se casaron a los días de yo volver, Louis y Magda esperan un bebé, Liam conoció a Taylor, una chica encantadora, él dice que es lo que siempre buscó, Zayn y Atalía están juntos desde que vino de España y tienen muchos proyectos de futuro y Harry y yo, bueno, llevamos cuatro años juntos, sin separarnos, superamos la distancia, las fans que me amenazaban con matarme en España, porque sí, a habido de esas, y ahora que One Direction a quedado en el corazón de miles de chicas, y las chicas han quedado en el corazón de One Direction, porque muchas veces los he escuchado hablar de 'sus niñas' y dicen que les deben la vida, y que sin ellas, no serían como son ahora, cada vez que encuentro a una fan, le digo todo lo que piensan y ellas son amor, se emocionan, y joder, yo también lo haría si The Rolling Stones me dijeran eso, One Direction quedó en la memoria de todo el mundo el doce de Junio de 2019 yendo por todo el mundo de concierto en concierto agradeciendo todo lo que han hecho sus fans y haciendo un concierto gratis en cada país que pisaban.
Ahora con mis veintidós años, con un bebé de Harry dentro de mis entrañas y un anillo de compromiso en mi dedo anular, puedo decir que yo, ____(tn), soy ahora completamente feliz gracias a Harry Edward Styles Cox, con quien pienso pasar toda mi vida.
-Treinta años después...-
Tú: ¡Edward!-grité a mi nieto- deja los mandos, cariño.
Edward: Pero abuela, yo quiero jugar con ellos-dijo con los ojos humedecidos en lágrimas-
Tú: Hagamos un trato, te cambio los mandos por este tremendo cochecito que te trajo el abuelo ayer-dije jugando con el pequeño coche amarillo-
Edward: ¡Trato hecho!-dijo tirando todos los mandos por el suelo y cogiendo el cochecito-
Recogí todos los mandos tirados por el suelo y me dirigí hacia la habitación principal, y allí se encontraba él, tan atractivo como cuando le conocí en ese avión de camino a Londres, observando nuestras fotos de la boda y nuestros recuerdos. Me senté a su lado y acaricie su arrugada mano por el paso de los años.
Harry: Estabas preciosa ese día-dijo acariciando nuestra foto- y lo sigues estando-subió su mirada y me sonrió, no conseguía entender como aun, después de tanto tiempo, esa sonrisa lograba acelerarme el corazón y hacerme quedar como una gran idiota-
Tú: Oh, Styles, tú sigues siendo el mismo idiota que me enamoró el día que manchó mi jersey favorito-dije riendo levemente-
Harry: Sigo deviendote ese jersey-dijo contagiándose de mi risa-
Tú: Me conformo con estar lo que nos queda de vida contigo.
Harry: Y lo vas a estar, pequeña, no te librarás de mi jamás-dijo mientras se levantaba y me tendía su mano- ¿bailas?
Tú: No hay música-dije graciosa-
Harry: Tranquila, yo la hago.
Tomé su mano y empezamos a bailar el vals de nuestra boda mientras él tarareaba nuestra canción, que como no, es de One Direction ''You and I''.
Harry: Te amo, ___(tn) Styles-dijo en un susurro- te amo como nunca amé a nadie.
Y posó sus labios en los míos sin dejarme responder. Así es mi vida, locamente enamorada de Harry Styles desde que vi el brillo de sus ojos.
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