domingo, 16 de junio de 2013

Capítulo 27: Let me touch the sky.

(Chicas, este cap viene subidito de tono, aviso por si a alguien no le gusta)

----FIN DE LA NARRACIÓN DE NIALL----

----NARRAS TÚ----

Estábamos solos en casa Harry y yo, y no hacíamos más que dedicarnos miradas y sonrisas hoy por la noche sería nuestra primera cita, estaba de los nervios, aun que a él se le veía súper tranquilo. 

Harry: ¿Dónde te apetece ir esta noche?-dijo sonriéndome- 
Tú: Llevo tiempo queriendo ir a Serpentine Lake en Hyde Park-dije emocionada- o también me muero por ir a London Eye
Harry: O a los dos sitios-sonrió- 
Tú: Mientras sea contigo...
Harry: ¿Has dicho lo que creo que has dicho?-dijo haciendo que me sonrojara- 
Tú: ¡Pensaba en voz alta!-patosa, ____(tn), patosa-

Harry se acercó aun más a mi, yo me apartaba poco a poco de él, hasta que me quedé tumbada en el sofá y él encima mío, genial, ya no tengo escapatoria, pero en realidad, tampoco quiero tenerla. 

Harry: Así que irías a todos lados mientras sea conmigo- dijo mientras se acercaba poco a poco a mis labios dejando tan solo milímetros de distancia entre nosotros- 
Tú: Puede ser... no sé... bueno....- me miró pícaramente- Vale, está bien, iría a todos lados contigo- apenas terminar la frase, ya sentía sus cálidos y dulces labios encima de los míos, moviéndose delicadamente al son de los latidos de nuestros corazones, poco a poco, fue haciendo paso a su lengua, y el beso pasó de ser tierno e inocente, a apasionado y salvaje, yo jugaba con sus rizos, mientras él metía lentamente su mano por debajo de mi camiseta- 
Harry: _____(tn)...-dijo deshaciendo el beso. Pero aun estábamos a milímetros-
Tú: ¿Sí?-dije intentando recuperar todo el aire perdido- 
Harry: Quiero...quiero hacerte mía-dijo volviéndose ha acercar a mi- y no solo durante una noche, sino durante toda la vida- y acto seguido, volvió a besarme. Sus palabras me dejaron sin habla, no podía articular palabra, y no por el hecho de que se quisiera acostar conmigo, si no que lo quería hacer durante toda la vida... Sin duda, era música para mis oídos- 

Pasamos como una hora besándonos y gastándonos la piel a caricias, hasta que llegaron las ocho de la noche, aun ningún chico había vuelto, y eso era de extrañar. 

Harry: ¿Qué tal si nos vamos preparando?-asentí con la cabeza- 
Tú: En una hora estoy lista-dije mientras me levantaba y me dirigía hacia mi habitación- 

Me duché, una ducha relajante, pero algo rápida, no quería hacer esperar a Harry, aun que él también se tenía que arreglar, terminé de ducharme y busqué un vestido en mi armario, algo sencillo, pero que le dejara sin habla, no sabía cual ponerme hasta que encontré el vestido perfecto: 
Y me hice esto en el pelo: 

Me perfumé con mi perfume favorito, y sabía que también era el de Harry, cada vez que me lo ponía saltaba sobre mí. Ya estaba totalmente lista, así que bajé hacia el salón y me encontré con Harry... wow... sin palabras... estaba... ¡OMG! me quedé embobada con él como tres cuartos de hora, y él no se quedó corto, iba así: 

Harry: Estás... increíblemente preciosa, princesa-dijo mirándome de arriba a bajo-
Tú: Y tú estás... ¡omg!, increíble-nos sonreímos- creo que si te miran mucho, me pondré celosa. 
Harry: Creo que el celoso esta noche, seré yo-dijo mientras me ofrecía su mano, yo la agarré y entre lazamos nuestros dedos- 

Salimos de casa y nos montamos en el coche de Harry, no quería decirme donde íbamos, pero puesto a que esta tarde me ha preguntado donde me gustaría ir, supongo que será a alguno de esos dos sitios, pero igualmente, la intriga me mata. 
Al llegar no era ninguno de los dos sitios que le dije, aun que igualmente, era precioso, era un pequeño restaurante a las afueras de Londres, muy romántico, estaba lleno de parejas cenando juntas y de fondo se escuchaba una música de piano, Harry se bajó y rápidamente se dirigió a mi puerta para abrírmela. 
Nos dirigimos al restaurante, tenía una reserva hecha a su nombre y el camarero, muy amablemente, nos llevó hacia la mesa más alejada, era... precioso, el restaurante perfecto, increíble, me parecía mil veces más bonito que el London Eye y Harry... no dejaba de sonreírme. 

Harry: ¿Te gusta?-dijo emocionado- 
Tú: ¿¡Qué si me gusta!?-dije obvia- ¡me encanta!-le sonreí, y este me devolvió el gesto- 

Nos trajeron la cena, que estaba increíblemente buena, y estuvimos hablando de tonterías, me reí demasiado con las tonterías de Harry, era demasiado adorable, a veces se me escapaba alguna que otra mirada pervertida, pero la disimulaba, aun que él se daba cuenda y se mordía el labio mientras me miraba. Al terminar de cenar fuimos hacia la playa, estaba preciosa, el cielo era un manto de estrellas, las olas del mar estaban todas al mismo ritmo, la brisa era fresca, perfecta, y la luna completamente redonda y blanca como los preciosos y perfectos dientes de Harry, bajamos hacia la playa y Harry sacó una manta del maletero de su coche, la puso sobre la arena y nos tumbamos, él mirando al cielo, y yo apoyando mi cabeza sobre mi mano mirándole, él hizo lo mismo, quedándonos con la misma postura, mirándonos, volvió a morderse el labio, ya no lo podía aguantar más, me lancé sobre él y le besé, no era para nada tierno, era apasionado, dejamos la inocencia a un lado, Harry me mordió suavemente el labio mientras bajaba la cremallera de mi vestido y yo desabrochaba los botones de su camisa, al terminar le revolví sus rizos, y él se sentó aun conmigo encima.

Harry: ____(tn)....-dijo apartándose un poco, pero no demasiado, aun sentía su aliento- ¿estás segura de esto?-asentí, ya tenía 18 años, y aun era virgen, demonios, siempre quise hacerlo con alguien de la que estuviera enamorada, segura, y que él me quisiera, y ese era Harry Edward Styles Cox. 
Tú: Pero mejor vamos a casa, no quiero que nos detengan por alteración del orden-soltó una risa pervertida- 
Harry: Está bien-dijo mientras se levantaba, se arreglaba la ropa, y yo hacia lo mismo, después recogimos la manta y nos dirigimos hacia casa- 

Al llegar entramos rápidamente y nos dirigimos hacia la habitación de Harry, ya que la suya tenía pestillo, y la mía no, al llegar Harry me empotró contra la pared de espaldas a ella, y me cogió y yo entre-lacé  mis piernas a su cintura, y empezamos a besarnos llenos de adrenalina y descontrol, se dirigió a trompetones hacia su cama y allí nos dejamos caer, me quitó el vestido con dificultad y yo le quitaba su chaqueta y su camisa, no separaba sus labios de mi, tampoco quería que lo hiciera, bajó lentamente hacia mi cuello mientras yo le desabrochaba el cinturón. Quedamos los dos en ropa interior y él se me quedó mirando un buen rato mientras se mordía el labio, eso me hizo sonrojarme y molestarme un poco, no me gustaba mi cuerpo y me lo mirara tanto... 

Tú: Harry...-dije tímida-
Harry: ¿Qué? tienes un cuerpo perfecto-dijo acariciándome las caderas-

El se acercó aun más a mi, y pude notar que tenía una gran erección, eso hizo que soltara un gemido tímido, y Harry rió mientras besaba mi cuello, me decidí a bajarle los boxers. 

Harry: Espera...-dijo mientras se levantaba y iba hacia su mesita de noche y cogía una caja de condones y se ponía uno, después de haberlo hecho, volvió y se puso encima mío de nuevo- listo. 

Él se desprendió de la poca ropa que me quedaba, y cuando ya estábamos los dos completamente desnudos, él poco a poco fue introduciendo su pene, despacio, con amor, y con muchísimo cariño, al principio me dolía a horrores, y Harry lo notaba. 

Harry: ¿Quieres que pare?-dijo casi jadeando- 
Tú: No, sigue-le agarré de la nuca acercándolo hacia mí y le besé-

Poco a poco me fue dejando de doler, y Harry cada vez iba más rápido, sus embestidas eran mezcla entre pasión, desenfreno y amor. 

Harry: _____(tn)..._____(tn)...._____(tn)-jadeaba mi nombre a milímetros de mi boca- 
Tú: Harry... no pares...-le rogaba- 
Harry: Tranquila, no lo voy ha hacer-dicho esto, me besó y me mordió el labio- 

A los veinte minutos, rozamos los dos a la vez el cielo, él se quedó un rato más encima mío sonriéndome, y me mordió el cuello, al rato, se tiró hacia un lado mirándome y sonriendo, yo me giré y le miré. 

Harry: Ha sido... increíble-dijo en un susurro-   
Tú: Todo junto a ti es increíble-le coloqué uno de sus rizos que caían por su frente- 
Harry: Tú lo haces perfecto-me dio un corto beso- Te amo. 

Y en el fondo sabía, que yo también lo amaba.

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